Las plagas en el tabaco aparecen cuando la temperatura de almacenamiento es alta. Se puede saber si un cigarro está infectado con esta plaga si hay pequeños agujeros en las hojas externas del mismo. El gusano, durante su corto período de vida (unos dos meses), alcanza un tamaño de hasta 5 mm. Si se teme que los cigarros estén infectados, deben quitarse del humidor para examinarlos.
Después de separar los cigarros infectados y de limpiar el humidor, se pueden volver a colocar los cigarros no afectados. Para asegurarse de que no hay ninguna larva dentro de los cigarros, se pueden colocar los puros en el congelador durante un par de días, protegiéndolos muy bien de cualquier aroma. Después de congelarlos, los cigarros deben descongelarse gradualmente para evitar la ruptura de las hojas externas, aunque lo recomendable es no almacenar los cigarros en congeladores o neveras debido a los bajos niveles de humedad.